lunes, 25 de enero de 2010

La sanidad en manos privadas




Los efectos que tiene una gestión privada de un derecho social, inalienable, como es el de la asistencia sanitaria son:
  • No funcionan los mecanismos de control.
  • Se imponen al sector público fórmulas empresariales de dirección, e intereses corporativos y de gestión.
  • Gana la prioridad economicista a las necesidades de atención a la salud.
  • La participación social en salud es testimonial y sin capacidad de decisión, en especial cuando no va favor de lo establecido.
  • Se produce una sistemática y dolorosa degradación de las condiciones de trabajo.
  • Aumenta día a día la capacidad de decisión de las compañías de  seguros, farmaceúticas, biomemédicas, etc.
  • Al aceptar  como propios conceptos "de mercado" ya se habla de clientes en lugar de personas o personas enfermas.
  • Se razona en términos de coste-beneficio, sin reconocer que cuando se trata de lo público, y sobre todo en salud, tanto los costes como los beneficios son sociales.
  • Se intenta monopolizar la eficiencia para el sector privado, cuando nunca se ha demostrado que lo público sea ineficiente por naturaleza, como tampoco se admite que es inmoral la privatización de los recursos de salud y su despilfarro.
La lucha debe centrarse en cuestiones tales como:
  • Reconocer el derecho a la salud como un derecho básico. La salud es un derecho y no una mercancía, exigiéndose la universalidad del derecho a la salud.
  • Desarrollo de los servicios públicos de salud que aseguren atención sanitaria de calidad y con un trato digno a toda la población.
  • Se debe asegurar la participación y control de la Administración y de la ciudadanía.
  • Los servicios de salud deben elevarse al alza. Debe nivelarse la atención, la formación, la investigación y el trato digno en salud, con especial atención a los condicionantes y desigualdades en salud de cada comunidad y sin sesgo de clase, edad, etnia o género.
  • Deben introducirse y aplicarse mecanismos de control y rendimiento de cuentas realmente democráticos.
  • Empoderamiento de las mujeres, especialmente afectadas por los recortes y precarización de los servicios de salud, junto con el de los trabajadores en su conjunto y los colectivos de ayuda mutua.

(Ángels Martínez i Castells "Crisis, salud y participación". En "El Viejo Topo". Nº 264. Enero 2010. Bsrcelona).

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